España se convirtió en 2022 en el cuarto país de la OCDE que más inmigrantes permanentes legales recibió, sólo por detrás de Estados Unidos, Alemania y Reino Unido, y eso en un año en que esas entradas en el “club del mundo desarrollado” alcanzaron niveles sin precedentes.
En su informe anual sobre migraciones internacionales publicado este lunes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) indica que el pasado año llegaron a sus países miembros 6,1 millones de inmigrantes legales, un 26 % más que en 2021 y un 14 % más que en 2019, el último ejercicio antes del parón de la covid.
El fin de muchas restricciones que estuvieron en vigor por la pandemia explica el salto que se produjo en 2022 respecto al año precedente, pero el factor esencial es el tirón de los títulos de asilo que se concedieron, y también las entradas de trabajadores por unas necesidades de mano de obra inéditas.
Cifras nunca vistas en los últimos 15 años
En una quincena de esos países, como España, Francia, Reino Unido, Canadá, Bélgica, Países Bajos, Finlandia o Suiza, se alcanzaron cifras que no se habían visto al menos en los tres últimos lustros.
Sin sorpresas, Estados Unidos fue el que más inmigrantes acogió, 1,048 millones (es el que tiene la mayor población con diferencia), con un alza del 25,5 % en un año (+1,7 % desde 2019).
Le siguió Alemania, con 641.100 y un incremento del 20,6 % (+3,3 % desde 2019) y el Reino Unido con 521.200 y un aumento del 35,1 % (+37,9 % desde 2019), que se debe en buena medida al efecto del Brexit, que había llevado a muchos europeos residentes allí a volver a sus países y generó un enorme déficit en mano de obra que todavía no se ha cubierto.
Aumento del 27,4 % de las entradas en España en un año
España subió a la cuarta posición con 471.800 inmigrantes legales permanentes que suponen una progresión del 27,4 % en un año y del 18,6 % desde 2019. Esa expansión se produjo en todos los tipos de inmigración, es decir en la concesión de títulos de refugiado, migración laboral o familiar.
Canadá, que tiene una política de atracción de inmigrantes permanentes por razones laborales y demográficas, se quedó en quinta posición con 437.500 y un alza del 7,8 % en un año (+28,2 % desde 2019), seguido de Francia (301.100, +8,3 %)), Italia (271.600, +12,6 %), Países Bajos (207.500, +21,4 %), Australia (166.100, -1,9 %), Nueva Zelanda (154.700, +337,4 %) y Suiza (123.400, +16,6 %).
Las migraciones por reagrupamiento familiar siguieron siendo la principal categoría de entrada de los inmigrantes permanentes, con un 40 % del total, mientras que los permisos a trabajadores venidos del extranjero supusieron un 21 %.
Ese fenómeno de la inmigración permanente no tiene en cuenta los 4,7 millones de ucranianos que en junio de 2023 estaban desplazados en algunos de esos países, a causa de la invasión rusa desde febrero de 2022.
España, el sexto país que más ucranianos acoge
Casi 1,1 millones de esos ucranianos estaban en Alemania, cerca de 1 millón en Polonia, algo menos de 380.000 tanto en Estados Unidos como en la República Checa, poco más de 200.000 en el Reino Unido y un poco por debajo de ese listón en España.
El movimiento de los que salían de Ucrania hacia países de la OCDE tocó techo en el tercer trimestre de 2022 y la segunda ola migratoria que se había previsto para el invierno de ese año no se produjo.
Al contrario, el efectivo global de esos refugiados en los Veintisiete se ha reducido en torno al 12 % respecto al pico de hace un año, sobre todo porque muchos han regresado a su país, pero también porque han ido a países terceros.
La OCDE pone el acento en que el fuerte incremento de entrada de inmigrantes en 2022 no sólo no ha puesto en tensión el mercado laboral en los Estados receptores, sino que la tasa de empleo media de los migrantes ha subido del 69,9 % en 2021 al 72,3 % en 2022.
En veintidós de los veinticinco países miembros para los que hay datos disponibles, esa tasa ha superado los niveles previos a la crisis.